LAURA MONTES
Hace ya bastante tiempo que andamos en
una situación bastante crítica.
Al principio, la gente lo ignoraba, después se empezó a preocupar
porque su dinero comenzaba a sufrir algunas consecuencias.
Y sí,
hablo de todo el Mundo. Y cuando nos metimos hasta el fondo en nuestra
propia tormenta resultó ser la culpa de unas cuantas personas, la
responsabilidad es completamente suya. ¡Mentira!
Pero a lo que voy es, como dice mi profesor de Lengua, ¿Dónde
están los escritores? ¿Dónde están los críticos, no los que se dedican a
encuestas y a palabras que la mitad no comprendemos, sino los que entendemos,
los que han estado siempre ahí pese a las consecuencias? No se oye nada, nadie
hace nada.
Nos limitamos a dejar que
tomen decisiones en nuestras vidas, decisiones muy importantes. De
acuerdo, tal vez no haya nadie más para hacerlo, pero es para nosotros, porque
al fin y al cabo, ¿a ellos les afecta algo la crisis? ¿Sus hijos e hijas
tendrán problemas para pagarse la universidad? No lo creo.
Creemos que no nos afecta mucho, pero ahora, cuando los famosos
“recortes” tocan directamente a nuestra puerta, nos asustamos y no la abrimos.
Y creo que no debería ser así, porque creo que está ocurriendo algo más
importante de lo que parece, y si todos lo sabemos, ¿qué significa este
silencio? ¿Qué significa esta sumisión?
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