LAURA
MONTES
La pasada
semana, los alumnos de 3º y 4º pudimos disfrutar de unos tres días de
“vacaciones”: fuimos a Toledo y después a Madrid.
Personalmente, Toledo me pareció una
ciudad muy bonita, era como tener España entera en muy pocas calles; la pura
sustancia antigua y medieval española.
En Madrid ya había estado, pero aun así
merece la pena verla dos veces. Estuvimos en bastantes sitios: El Museo del
Prado, el Palacio Real, la Puerta del
Sol etc. Pero me pareció un error, y repito, un GRAVE ERROR, no haber visto el
Parque del Retiro.
En todo caso, no estoy escribiendo esto
para recriminar a nadie nada, pero todo hay que decirlo, igual que reconocemos
nuestro comportamiento de la noche del miércoles; malísimo.
En
el tema de los taxis no pienso entrar, primero porque ignoro realmente la
versión que es más creíble (si la de los alumnos o la de los profesores), y
segundo, porque ya tengo yo bastante en
qué pensar con lo que nos pasó a mí y dos alumnos más. Distracciones y
desorganizaciones aparte, Valeria, Pepe y yo nos quedamos SOLOS en la Puerta de Goya del Museo
del Prado. Tuvimos que ir al Banco de España y coger el metro para poder llegar
a la Catedral de la Almudena, donde se encontraba nuestro profesor de religión
con casi todo el resto de alumnos. Pero no os alarméis, llegamos sanos y salvos,
y nada de nerviosos.
El viaje estuvo muy bien, mejorable, como con
todo, pero bien.
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